1917
El film es una producción impresionante, por estar a la altura de su tema, la contienda bélica (en la Primera Gran Guerra), por escenas efectistas y “humanas”: versos, canción edificante de retorno a casa, madre con niño, en medio de una violencia minuciosa y efectivamente lograda, más la causa bienintencionada que dos jóvenes mensajeros portan (George Mac Kay y Dean Charles Chapman, ambos muy bien) de llegar al frente y
hacer que las tropas se retiren porque van a una muerte segura, mediando una masacre de miles de soldados, si decidieran lanzarse al ataque.
La guerra se despliega en campos de Francia, en corredores de interminables túneles de trincheras, amigas y enemigas. Las líneas del frente están a una considerable distancia, desde donde parten los mensajeros (uno es novato, el otro ya ha ganado una cinta y no es tan ingenuo y crédulo como su compañero).
El binomio mensajero ha de atravesar sin pérdida de tiempo, cercos de púa, un caserón sospechosamente solitario, llegar a las líneas rivales, seguir el curso de un turbulento río, exponerse al fuego de francotiradores, tener que vérselas con un piloto de avión enemigo, encontrar un bosque, orientarse en territorio desconocido, convencer al general aliado y energúmeno, que no está dispuesto a retirarse. Ello comprende más de una oportunidad de diálogos, que dan un respiro a la acción desplegada en un plano secuencia que abarca el 95 % de la cinta, no sin antes, incluir el toque poético de la contemplación y enumeración de las variedades de flores de los cerezos, más cuestiones sobre el regreso a casa y mensajes familiares.
La hazaña física a través del barro, de luchas cuerpo a cuerpo, de muertos dispersos, de ratas gigantes, de minas a punto de detonar, está bien provista con legítimos recursos de heroicidad, y corriendo el albur que la pareja de protagonistas puede separarse. Efectista, virtuosa, con abundante suspenso, el film se convierte en un compilado de cuentos de guerra, relatados por abuelo Mendes al director, quien ya se había destacado con “Belleza americana” (1999) y “Camino a la perdición” (2004).
El resultado no excluye los clisés de los films de guerra, pero también los clisés son los ingredientes que el espectador espera encontrar, y quedarse estaqueado al borde de la butaca, sobre la escurridiza respuesta al porqué de la guerra.
“1917”. UK. 2019- Dir: Sam Mendes. Con: George Mac Kayl, Dean Charles Chapman, Benedict Cumberbatch, Colin Firth, Mark Strong, Richard Madden
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