Revista #2 - Lo publico, lo privado | 6 marzo, 2018
El rol de la mujer en la pintura a través del tiempo. Segunda entrega
por Irene Macek

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Vislumbrando otra luz

El mundo de la creación es muy peculiar. A fines del Siglo XIX surge en Francia un movimiento pictórico -cuyas bases proviene de los ingleses -y se transforma en una revolución, que cosecha pocos adeptos. Se da la paradoja, que estos hombres son denostados y vilipendiados dentro de esta nueva corriente artística. El comentario negativo del crítico de arte Luis Leroy, determinó que el movimiento se llamara: Impresionismo. Ahí, nos encontramos con la presencia femenina de: BèrtheMorisot, cuñada de Manet, que se había casado con Eugène, hermano menor del pintor.

Con ella aparece un tenue rayo de luz hacia la valoración artística de la mujer, dado que en su momento fue “muy bien tratada”.Ahora, veían en BèrtheMorisot a una pintora femenina, abocetada, con pequeñas pinceladas, de estilo amateur, o mejor, “sin estilo”. Sus obras las catalogaban de pinturas sencillas, domésticas___con una técnica que a los artistas masculinos no se le permitía___ y en ella, era valorado como algo artesanal e inofensivo.

Los Museos…entidades machistas.

Hay relatos y algunas anécdotas sobre  la conducción de estos espacios, que alberga el arte de la pintura. Cierto es, que no existe instituciones perfectas y que, por más investigadores y expertos que se consulten, es difícil diagnosticar con seguridad, una obra “atribuible a…”.

No obstante, se debería tener reparo en las actitudes a tomar, cuando aparecen nuevas técnicas o documentos que desestima la “atribución” dada con anterioridad.

A modo de comentario -sin verificar los rumores- circulaba lo siguiente:en el Museo del Pradoestuvo colgado un cuadro que tiene unas palomas, sobre cuyo estilo no hay duda: es Barroco y fue  atribuido al Caravaggio. Sucede, que cuando se tuvo la certeza, que la pintura fue realizada por Artemisia Gentileschi, la obra se trasladó a una sala de menor importancia.

La mayor discriminación – sobre la que han corrido ríos de tinta -ocurrió en el Museo Metropolitan de New York. Griselda Pollock es una de las que cuenta que, en 1917 el museo compra una obra del 1800: “Mlle. Charlotte du Val d´Ognes” atribuida a Jacques Louis David y se cuelga en el lugar de máxima jerarquía.

En 1948, André Maurois califica esta obra de: “Perfecta e inolvidable”, (4) pero  en 1964 aparece documentación donde se descubre, que este cuadro fue pintado por ConstanceCharpentier, dilecta alumna de David.

Luego de su “re-atribución”, se declara que se cometió un error, porque en esta pintura  no se aprecia la fuerza contundente de las obras de David.Se le adjudica un nuevo destino, y el cuadro va a parar a una sombría sala. Esto ocurrió hace poco más de cinco décadas.

A propósito de la palabra museo, hay que vincular su etimología, su raíz, con las Musas.

Las Musas.

La acepción “musa”, es una palabra que puede evocar múltiples y varios sentidos. Algunos artistas sostienen que Musa, es la que brinda su discurso en silencio, con su mirada, su pose y su cuerpo (mujer objeto).

La escala de valores acerca de la belleza cambia y es diferente en cada artista, dado que lo subjetivo tiene gran importancia. No olvidemos que la pintura, como el resto de las artes – se nutren entre sí o se unen formando un conjunto: “Gesamkunstwert”, término que Wagner usó para esta noción – apela a varias manifestaciones, entre ellas a  los mitos y a la literatura.

Ofelia, es un personaje de ficción shakespearianaque pertenece a:“Hamlet” y al transitar otras vías, se torna un protagónico del arte. Su nombre en griego (Ofelia) significa: Socorro o acción de socorrer. Está representada en la música, en la pintura, donde ha dejado su huella en varios períodos. De modo subjetivo, se diría que en la pintura de Millais es donde se ha plasmado mejor su muerte. (Otro cuadro a destacar de este artista, sensible lector, es: “La víspera de Sta. Inés”, basado en un poema de John Keats).

La musa de los pintores Prerrafaelistas, hermandad fundada en 1847, fue la modelo Elizabeth Sidall, quien terminó casándose con Rosetti. Ella es la que posa para Millais, como Ofelia. Elizabeth era una mujer muy requerida dentro de estos artistas, por su cabellera de fuego y su piel de luna.

La mirada del pintoracuñano sólo los rasgos de sus modelos, que a través de su técnica puede representar de modo fehaciente a sus “musas”;donde se advierte la diferencia del original con el modelo.

Leonardo da Vinci pintó pocos retratos, pero es en “La dama del armiño” donde su sensibilidad capta a la poetisa Cecilia Gallerini, amante deLudovico Sforza, duque de Milán, apodado “El Moro”, a quien servían los dos. No hay duda, que Leonardo estableció una especie de comunión con la jovencita, un lazo etéreo que se dio entre los dos artistas. Este cuadro se gestó en sus conversaciones, cuando ella ejecutaba música y lo inspiraba. Es por primera vez, que se representa un retrato con tres cuartos del perfil, de tal modo, que ella parece estar escuchando lo que se dice afuera del cuadro. A esto, Leonardo le asignócasi la misma expresión al armiño, animal que conlleva varios símbolos.

De manera distinta actuaba RafaelSanzio, quien  fue un apasionado incansable. Margarita Luti, su amante preferida, llamada “La Fornarina” (La panadera) era hija del panadero Francisco Luti. Es a ella que se le adjudicó la muerte del pintor – a los 37 años de edad -después de haber pasado una noche de lujuria. Aunque posteriormente, se especuló que Rafael murió de malaria. En su obra homónima,“La Fornarina”, el pintor refleja hasta el último detalle carnal de la mujer que concita sus deseos. Allí se ve, por primera vez en la historia de la pintura, un nódulo en la glándula mamaria izquierda de la modelo.

El tocado de este cuadro – testimonia el acceso a los tejidos que provenían de Oriente -fue copiado por Ingrès  de modo similar, en otros colores, anudado de otra forma,con los mismos madroños, en su cuadro “La Gran Odalisca”. Para realizar esta representación, Ingresutilizó ocho modelos, porque necesitaba dar una espalda sinuosa. Observando esta obra, se constata que, el dorso está pintado con  un mayor número de vértebras de las que corresponde a una columna vertebral normal.

El movimiento surrealista tuvo “Musas Profanas”, mujeres de carne y hueso, sobre las que se inspiraron los pintores y los poetas. Generalmente, tenían un vínculo erótico con ellas, a veces de tinte obsesivo. Algunas eran artistas por su propio peso, con esa alegría trágica, morbidez y acción descabellada que puede albergar la belleza y la excentricidad.

“La chica danesa”.En el caso de GerdaWegener, ella encuentra “su musa” en Lili Elbe, personaje onírico de sus sueños, que quisiera corporizar en (EinarWegener) su esposo. Él será la primera persona en someterse a cirugía de reasignación de sexo, para transformarse en Lili, de acuerdo al requerimiento de su mujer.

Posteriormente, aparece el caso de JosephineNivison, esposa de Edward Hopper, pintor del realismo estadounidense. Ella, recorre un camino inverso al de otras mujeres; es  pintora y deja de serlo cuando se casa. Abandona su calidad de “sujeto”, para transformarse en “objeto”. Esta pareja, tuvo una relación singular, con una competencia derivada del patrimonio de las ideas y sensaciones estéticas, cuestión un tanto problemática, como suele ser entre dos artistas, aún con la presencia del amor. Ella renuncia a su formación pictórica, opta por ser modelo, musa y curadora de las obras de Hopper  en los cuarenta y cuatro años que duró el matrimonio.

La soberbia de los genios.

Las actitudes de los pintores hacia las mujeres, muchas veces, han  sobrepasado la descortesía. Se encuentran hechos, que revelan  el carácter y comportamiento de famosos artistas.

Monet era un dandy que no le pagaba al sastre, pero cuando este lo acosaba, le decía: “Si Ud. me persigue así, me veré obligado a buscar otro sastre”. Por lo tanto, no es llamativo que le haya espetado a una modelo -que se había enamorado de él-“Lo siento, yo sólo me acuesto con duquesas o con criadas, prefiero a las criadas de las duquesas, cualquier cosa intermedia me disgusta”.

Monet defendía su posición tanto en la vida como en su pintura, diciendo: “El motivo es secundario, queda en otro plano, lo que necesito, es lo que existe entre el motivo y yo”.

A Kandinsky se lo reconoce como fundador del Arte Abstracto, hombre muy sensible y peculiar. Descubrió su vocación por la pintura, luego de haber ejercido su profesión de abogado y economista.

Cuando Gabriele Münter- fotógrafa y pintora del Expresionismo alemán-le solicita ser su alumna, él no puede dejar de lado su aire de seductor. Le envía a la joven una carta en1902  con estas palabras: “…Lo único que puedo hacer por ti es proteger y nutrir tu talento como un buen jardinero, no dejar que nada falso se cuele dentro; sólo puedes hacer lo que crece dentro de ti”. (5)

Gabriele Münter pertenecía a una familia acaudalada, sus padres la enviaron a una escuela de arte sólo para mujeres, en Düsseldorf. Viajó con su hermana a EE.UU en busca de conocimientos y rompió todas las reglas en Münich, al enamorarse deKandinsky. Entre ellos se estableció una tormentosa relación sentimental. Aunque él  prometió divorciarse, no lo hizo. Gabriele asumió abiertamente su papel de amante.

En el período de convivencia más largo, él llega a la casa  -propiedad de la artista-y la encuentra pintando; cuando ve los colores que estaba utilizando, los tira al suelo y le dice que son malos, que están prohibidos. Ella escribe en su diario: “A partir de ahora sólo utilizo buenos colores, los que él me permite”. (6). Es el período, en que las obras de ambos son parecidas.

Lo más curioso reside, en que Kandinsky dejó constancia escrita, sobre las nuevas consecuencias estéticas que teorizó. Allí asegura, que el número de colores, formas y combinaciones son infinitos. Del mismo modo, son sus efectos y que el material es inagotable en el mundo estético-pictórico. (7).

Gabriele Münter tuvo su propioestilo abstracto, con colores sin mezclar, enmarcados en líneas oscuras.

Luego de cinco o seis años, la relación amorosa se vio forzada a encuentros intermitentes por la guerra. Coincidíanen viajes que realizaron juntos, hasta que por iniciativa de Kandinsky la comunicación llegó a su fin. Cuando ella se entera, en 1920 que él se divorció y volvió a casar,cae enferma. Una depresión se le instala, por mucho tiempo deja de pintar, hasta que retoma los pinceles creando flores y obras abstractas, aunque ya no fue lo mismo.

Der Blaue Reiter.

Se debe destacar, que Müntersalvó más de 80 obrasdel movimiento“Der BlaueReiter” (El Jinete azul) durante la Segunda Guerra Mundial, que los nazis habían catalogado como “Arte Degenerado”.

“Der BlaueReiter” nació en 1911, cercano al “Fauvismo”, que Münter – en sus viajes con Kandinsky- admiraba en la paleta de Mattisse. Estas corrientes surgieron como reacción frente al Impresionismo y al Naturalismo.

En el caso de “El Jinete Azul”, no fue exactamente un movimiento, fue la unión de varios pintores que buscaban la libertad creadora del arte y la expresión personal más íntima y subjetiva. Los integrantes compartían las ideas de Kandinsky cuando mencionaba,que la creación artística permite dar forma a  las experiencias interiores, en respuesta  a los estímulos que vienen del exterior. El grupo era heterogéneo, además de Kandinsky, Marc, Macke, Münter, estaba Schönberg el músico que también pintaba y otros.

En 1957, cinco años antes de su muerte, Gabriele Münterdonó todas las pinturas de “El Jinete Azul” a la ciudad de Münich, obras que se encuentran en el Museo de Lenbachhaus.

Los “ismos” en la pintura y el Art-Decó.

Gilles Deleuze asegura, que toda pintura es abstracta, que sólo se busca definiciones para rotularla en alguna tendencia, intentando determinar categorías.Aún, los pintores más abstractos, utilizan líneas que trazan un contorno suficiente para reconocer: círculos, semicírculos, triángulos, y hasta el famoso cuadrado de Mondrian (fundador del neo-plasticismo) tan denostado por Kandinsky.(8).

La pintura Art-Decó está dentro de una tendencia que se difundió en todos los campos del arte y del diseño. Fue un estilo ecléctico, con creadores muy heterogéneos. Aparece después de la parquedad que reinó entre guerras, tiende al brillo, al lujo y apuntó a lo decorativo. Hay quienes sostienen que desde el Art-Nouveau, se utiliza el Cubismo como eslabón para culminar en el estilo Art-Decó.

Así, dentro de la variedad de objetos y manifestaciones que el Art-Decó abarcó – y aún valoramos – se encuentra el edificio Chrysler, en la ciudad neoyorkina. ¿Quién caminando por la Lexington Avenue de New York no ha caído bajo el embrujo de sus arcos y sus triángulos esmeraldas de esta magnífica construcción?.

A esta arquitecturano sólo responde los rascacielos, está el estilo Art-Decó que representa verdaderos barcos de cemento y que Montevideo cuenta con esas sólidas construcciones, hechas aquí en la década de 1940.

El Art-Decóse inscribe en los “años locos”, consiluetas delgadas en un despliegue refinado. Mujeres ataviadas con el infaltable sombrero, plumas y lentejuelas. Cierto es, que detrás de esto había una razón social: la mujer se había emancipado, había recortado sus faldas y salía a trabajar. En las fábricas comenzaba una nueva industria vinculada a lo textil, para darle cabida a la mujer-obrera. En estas circunstancias, aparece gente dedicada a la ilustración de revistas, como forma de vivir y expresarse.

Las estrellas de ese período fueron dos adinerados, la polaca-rusa Tamara deLempicka en pintura y el diseñador ruso Erté  (así firmaba, RomainTirtoff) que se destacó en varias áreas: ilustraciones, escenografías, vestuarios de ópera, teatro, ballet y más. En este contexto se podría decir – al igual que Hemingway -“París era una fiesta”.

En suma, el Art-Decó es una forma de confrontar con movimientos artísticos anteriores. Aunque en la pintura intentó ser una revolución vanguardista, no pudo desprenderse de todo su desarrollo anterior.

“La chica danesa II”.GerdaWegener trabajó como ilustradora en varias publicaciones, colaboró con “Vogue” y otras revistas del mismo estilo, además de ilustrar algún libro erótico.

El matrimonio de Einar y Gerda Wegener.

Dinamarca les resultaba incómoda y París, no sólo los admite, los recibe sin condiciones.Einar recorre un territorio inestable, el de la compleja relación entre lo visible y lo invisible, lo superficial y lo monstruoso, que es su intimidad y amor por Gerda. Se encuentra atrapado entre lo público y lo privado.

Es su esposa quien comienza “el juego”, con actos divertidos, ingeniosos, pero esas fugacidades que se creen efímeras, que no pueden pesar más que la rutina y los hábitos; en el caso de Einar se vuelven pasión, sumisión, goce, que de un modo abrupto, se tiñe de ambigüedad y condescendencia.

Gerda contiene su estado de ansiedad, de frustración y el asomo de catástrofe, de modo solapado. Sabe que hay dos realidades simultáneas, un amor a medias, presencial, que no se puede concretar, pese al contacto de la piel y “el cuerpo” actual. Ella allana y suaviza  el camino de la transformación a otro ser, que marcará una línea divisoria entre ellos, aunque exista el amor…que va a tener otras direcciones más hondas, más profundas, contrarias o no.

Einar, valoraba el talento de su esposa que no sólo él opacaba; y de alguna forma como Lili Elbe, quiso conocer la esencia femenina.

La enajenación social reconoció los trabajos de Gerda, porque no dejó de pintar a Einar como mujer.

Gerda se volvió a casar después de la muerte de Lili-Elbe, quien no pudo soportar la primera experiencia médica que se hacía en el caso de una reasignación  quirúrgica de sexo.Gerda vivió en Marruecos con su nuevo esposo, un marino, del que se divorció a los cinco años. Volvió a Dinamarca, hizo una exposición con sus obras, que pasó inadvertida. Ella murió sola y pobre en un hospital en 1940.

Recién ahora, en 2016, a raíz de la película: “La chica danesa”, el Museo de Dinamarca reúne, de coleccionistas privados, bocetos, dibujos, cuadros de GerdaWegener y decide exponerlos.

El talento es único y el hecho de saber, que algunas de las obras que se adjudicaron a hombres, fueron realizadas por mujeres, nos lleva a expresar que el arte y el amor no tienen sexo.

Final.-El matrimonio de los artistas, es como un juego de trapecistas, siempre hay uno que está más arriba, es el que se luce más. Todo el mundo lo mira y espera como se lanza en el salto con impulso. Esto ocurre, cuando el trapecista que está más abajo, lo puede sostener para que el desplazamiento se realice con éxito. El triunfo que parece de una parte, es de los dos. Los papeles pueden cambiar, aunque la magia está en que parezca que no se hace nada. La esposa de Hitchcock, Alma Reville, quien fue su asistente, puntual e imprescindible colaboradora de su trabajo, decía que ella optaba por la invisibilidad, frente a la gente que era capaz de ignorarla.

La forma en que alguien se presenta, no es más que una modalidad externa, lo que importa es la reflexión, que tiene una causalidad o clave interna.

 

 

 

 

Escena de hotel. E.Hopper
Los turbantes de origen oriental en las dos modelos
Autorretrato: Gabriele Münter
Gerda Wegener
La granja de la colina. Gabriele Münter
Mujer con guantes. Tamara de Lempicka
Autorretrato en su Bugatti. Tamara de Lempicka
Erté
Gabriele Múnter pintada por Kandinsky

Gerda Wegener

 

 

 

 

 

 

Bibliografía:

  • Serrano de Haro,A.(2000). Mujeres en el Arte. barcelona: Plaza &Janés ,Barcelona,p.36.
  • _____________________pág.35.
  • _____________________pág.54.
  • _____________________pág.38.
  • _____________________pág.88.
  • _____________________pág.88.
  • Kandinsky,W.(1982). De lo espiritual en el Arte. Barcelona :Barral Labor.
  • Deleuze,G.(2012). Pintura: El concepto de diagrama. Buenos Aires: Cactus, pág. 109
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