Revista#4 - Amor en análisis | 14 noviembre, 2019
La angustia del analista
por Juan Carlos Capo

Katsushika Hokusai (北斎)

Discusión.- Lacan priorizó a Descartes (con su insistencia en el Sujeto, con su premonitoria y sabia visión de un Genio maligno), prefiriéndolo a Heidegger, con su insistencia en el Ser, noción que, por otra parte, Lacan estaba lejos de desdeñar, puesto que se vio influido con muchos aportes heideggerianos.

La carencia en ser (le manque à être)  implica la castración, esto es, que Lacan, más allá de Heidegger, antepuso la verdad freudiana.

Lacan se deslindó manifiestamente de toda teoría del conocimiento, de todo discurso lógico-positivista y caracterizó al sujeto de la subjetivación analítica, como sujeto de las hiancias, [concepto en verdad kantiano] pero que Lacan  “hizo” freudiano. Desde entonces ese sujeto que (me) importa destacar es el que  se nomina sujeto del inconsciente, o sujeto de la cadena significante.

Las pasiones del ser.-La fortaleza del analista  consiste en atemperar, desarmar su práctica de las tres pasiones del ser del budismo: el amor, el odio y la ignorancia (en El reverso del psicoanálisis, sesión del 10 de junio de 1970).

Freud, en cambio, preservaba, para él, para los analistas, la idea de un “padre todo amor”—recuérdese el prólogo a “La interpretación de los sueños”— lo que merecerá de Lacan una problematización de ese lugar patriarcal en donde Freud siempre quiso caer parado, en medio del redondel del picadero analítico.

La naturaleza de lo imposible- El 18 de enero de 1967, Jacques Lacan ejemplifica la estructura freudiana (verwerfung) que traduce, nomina, consagra con el término  forclusión, y que Etcheverry tradujo como desestimación.

El concepto designa la imposibilidad de asunción simbólica: lo pensable, lo decible. En el caso del “Hombre de los Lobos”, Freud lo escribe así: “Una represión, (verdrängung) es algo enteramente distinto de una desestimación (verwerfung)”.

Carácter narcisista del amor.  Allouch recuerda que “al devolverle al amor su anclaje narcisista, el objeto a (objeto para el deseo) hace del amor un engaño”.

Allouch reforzará su aserto, enumerando otras caracterizaciones del amor como: “falsedad”, “negación”, “monstruo”, “inoportuno”, “melaza” y  “máscara”.

El amor es narcisista; lo que implica verdad-engaño, cortina, telón y más allá. Se podrá inferir de lo anterior  que amor y pensamiento no se articulan lógicamente. De allí que se concluya, parcialmente, en este capítulo, que “no hay teoría del amor”.

Amor, pulsión, narcisismo.- En el seminario  “Los cuatro conceptos…” (1964), Lacan deja asentado que “amor e inconsciente no hacen buena yunta” —al decir de Allouch— y éste transcribe de aquel seminario, palabras de Lacan: “el inconsciente se encuentra en la orilla estrictamente opuesta de lo que ocurre con el amor”. Allouch pasa revista a las dificultades que tuvo Lacan para articular el amor con  la pulsión, dificultades que también tuvo  el propio Freud. (Los pares pulsionales que Freud hizo valer fueron los de la pulsión escoptofília-exhibicionismo, y el de la pulsión sado-masoquista. Sobre el amor-odio dijo: “el caso del amor y del odio es refractario a ordenarse dentro de nuestra exposición de las pulsiones”. “Resuelve” la cuestión, dice Allouch, adelantando que amar es de orden pulsional luego de haberse logrado la síntesis de todas las pulsiones parciales, o sea en el acto genital reproductivo. Algo que no convence demasiado a Lacan”. Es claro que Lacan hace una torsión de lectura de Freud, leyendo que Freud distingue campo pulsional del amor y campo narcisista del amor. Allouch comenta: “¡Como si Freud no hubiera hablado de libido narcisista!”).

Interrogantes. Lógica de los pensamientos inconscientes.-

¿Qué decir acerca del sujeto del inconsciente? ¿Y de los pensamientos inconscientes?

Está lógica “exige que en ese sostén del lugar del Otro-lugar desubjetivado,  código de la lengua, “tesoro de los significantes”, donde ningun significante aislado da cuenta de nada, pero lugar lógicamente imprescindible: es el campo de la tradición, de la cultura, del lenguaje—el sujeto no puede nombrarse, sino imprecisamente,  con un “luego no soy”.

El “no soy”, correlativo a la función del inconsciente trae a la rastra, como secuela lógica, a la “nada” . Si tú no eres nada, dice el amor, (…) lo traduzco, dice Lacan, como si tú no eres  nada más que eso que soy (…) la Verwerfung (forclusión) establecida no pone en relieve precisamente más que el fundamento del enamoramiento:  el Yo Placer,  efecto del narcisismo operante.

Lacan pone el ejemplo de la apertura de las flores japonesas, al contacto con el agua. Freud se dirige hacia allí e insiste -en “La interpretación de los sueños”- con los pensamientos oníricos. Los pensamientos inconscientes solo subsisten, sostiene Allouch,  gracias al luego no soy.

Analista y analizante se ven suspendidos, debido a “este torbellino”, dice Allouch, “no hay analista en la medida que un pensamiento inconsciente quede sin subjetivar; ni tampoco hay analizante”. “Ambos inexisten” (texto y subrayados de Allouch).

Es entonces que se podrá pensar en el advenimiento del real.

Abordaje teórico del amor. Lugar (y resistencia) de la transferencia.- El amor sería el retorno en el real (énfasis mío) (teorizado como imposible,  impensable, indecible). De ahí que se acuda a la forclusión, que reseñamos arriba. El amor confirma eminentemente su estatuto narcisista en una fórmula “fuerte” en su enunciado: el amor es una locura (énfasis mío).

Fantasía-amor-locura. En el gran Otro —en la tarea de establecer los seminarios de Lacan, no siempre fue fácil definir cuándo se escribía otro con minúscula y Otro, con mayúscula— no se podrá encontrar “el yo como tal”; sí se podrá aceptar que solo se inscribirá efectivamente en ese lugar un “yo no soy”. “Ese  “yo no soy”, sin embargo,  se soporta de muchos otros, lo que implica que se dispone de los  suficientes pequeños semejantes  como para constituir un sueño”. Esto implica que hay un deslizamiento del registro simbólico al imaginario: un enjambre de pequeños otros (…) que vienen en lugar del inarticulable “luego no soy”. El umbral del imaginario, Lacan lo estableció en “El estadio del espejo”, (1936, 1949); Freud lo había establecido en “Ya no creo en mi neurótica”, en carta dirigida a Fliess el 21 de setiembre de 1897, donde se alejó del trauma para dar entrada al fantasma. Lo refrendó en 1905, en “Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de la neurosis”. En la práctica, quienes trabajan con la locura, hallan un vacío que se conoce como imposibilidad de “imaginarizar”, y es común afirmar que el simbólico para el psicótico es el real. Al reflexionar sobre el caso “Schreber”, Lacan dice que no encuentra en el volumen una sola metáfora.

Las reacciones de los analistas.- ¿Es cierto, como le decían los analistas mayores, que Lacan reducía el amor a nada? Estos cuestionamientos tuvieron lugar el 25 de enero de 1967. “Algunos de ellos se sintieron angustiados hasta la ‘impaciencia’, habiendo juzgado las palabras de Lacan como peyorativas e imprudentes”. Y le habían aconsejado  no reducir el amor a “nada”, ante un auditorio de jóvenes analistas.

¿Cómo tratar, pues,  esta angustia? —“¿No es el lenguaje del propio amor, el lenguaje más inoportuno?”— se pregunta Allouch. Pero, nuevo llamado de atención: se sabe que “el amor se presenta de otro modo después de la invención del objeto pequeño a.

Un pequeño objeto a.- Una matriz de este objeto es la laminilla, objeto irreal, no imaginario, que se puede ejemplificar con la placenta, madre de todos los pequeños objetos a. (El cuerpo es la referencia mayor, si enfocamos el tópico de los pequeños objetos-a. Boca, palabra, seno, ano, cuña vulvar, pene..; órganos de los sentidos: la lista se prolonga en lo inagotable del cuerpo en su latencia pulsional, gozante, deseante y parlante.)  El deseo de comer nada del anoréxico, es importante que no quede afuera en esta enumeración.

Falicización de la mirada. Se podría poner asimismo el ejemplo del consumidor de arte pictórico, donde el trompe l’oeil del cuadro es análogo al engaño del enamorado. Esta ilusión engañosa se debe a la falicización de la mirada. Hay una disociación entre la mirada y el órgano ojo, “golosina caníbal”, como la llamó Bataille, y como lo recordara entre nosotros José Assandri. Se puede generalizar y sostener asimismo que hay una disociación entre la pulsión y su objeto.

El analista y sus angustias como pequeño objeto a… Sí. (…) En el camino trazado por el análisis, se encuentra el analista…con su angustia. Una vertiente principal  de la angustia en el analista es constituirse, para el analizante, en pequeño objeto a. Para el analista, es preciso añadir, que  es otro ejemplo de este problemático gran Otro, golpeado, pulverizado, fragmentado, por la barra, la barrera, resistente a la significación. (Tuve un lapsus, había escrito resistente a la identificación). Son los restos de este gran Otro, quienes dan lugar a los objetos de deseo, lugar del analista, “relación de espejismo, lugar de ser amable”, no lugar de objeto amado. Solo quedará pendiente la tarea de analizar la transferencia, el amor de transferencia, sus alcances clínicos proteiformes.

¿Cómo llegar a este establecimiento?

Lo que cabe allí, ante todo, es un enfoque y un énfasis en la represión y la resistencia del analista.

“Si la angustia “no es sin objeto” y si el analista es ese objeto, que él se tenga que reconocer en ese lugar, es legítimamente angustiante.”

 

Bibliografía.-

ALLOUCH, J. El Amor Lacan. 2011. Ediciones literales. Córdoba

ASSANDRI, J. Entre Bataille y Lacan. Ensayo sobre el ojo, golosina caníbal. Ediciones literales. Buenos Aires. 2007.

BALMÈS, F. Lo que Lacan dice del ser (1953-1960). 1999. Buenos Aires, 2002.

FREUD. S. –La interpretación de los sueños. (1899). Amorrortu. Tomos IV/V. Amorrortu. Buenos Aires. 1978.

____________Introducción del narcisismo. (1914)- Amorrortu. T XIV. Buenos Aires. 1978

___________Pulsiones y destinos de pulsión. (1915). En Trabajos sobre metapsicología y otras obras. Amorrortu. Buenos Aires. 1979

____________Cartas a Wilhelm Fliess (1887-1904). Amorrortu editores.Buenos Aires. 1986.

__________Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis.(1905) Amorrortu. Tomo VII. Buenos Aires. 1978

__________De la historia de una neurosis infantil (el “Hombre de los Lobos”). (1914-18). Amorrortu. Tomo XVII. Buenos Aires. 1979-

LACAN, J. La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud. (1957) En Escritos 1. Siglo XXI editores. Buenos Aires. 2008.

__________Las psicosis. 1953. Paidós.

__________La relación de objeto. 1956-57. Buenos Aires. 1994.

__________Seminario de la Angustia. (1963). Paidós.

__________Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. (1964). Seix Barral.

_________El estadio del espejo como formador de la función del yo (je) tal como se nos revela en la experiencia analítica. (1949). En Escritos 1. Siglo XXI editores. Buenos Aires. 2008.

___________El Reverso del psicoanálisis. (1970). Paidós.

SAUSSURE, F. D. Curso de lingüística general. (1906-1915) Losada S.A. 1976.

SCHREBER, D. P. Memorias de un enfermo nervioso. (1900-02). Perfil Libros. Buenos Aires. 1994.

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