en-el-pozo_article_main

La sorpresa del espectador no puede ser más bienvenida, ni más grande.  “En el pozo” es un thriller uruguayo, que salta con elegancia y con fuerza, el escollo de inventiva del libreto, el diseño ajustado y mayúsculo de la producción, el desempeño de un elenco de tres jóvenes varones y una chica.

Esta cuadrilla de amigos se proponen pasar una jornada de paseo por el campo, a orillas de una cantera honda, llana en sectores y traicionera y profunda en otros, con barrancas y riveras inquietantes y enmarcada en pequeños mitos locales que la circundan: tortugas cuya mordedura es mortal, imprevista pesca que pueda salir de esas aguas, la soledad ominosa del lugar.

La naturaleza parece echarse a andar en cualquier momento, y causar más de un accidente al “indefenso” cuarteto.

Alicia (Paula Silva, muy bien) es la belleza que nuclea al grupo de jóvenes, coquetea con más de uno, las derivas eróticas, que ya arrastraban su pequeña historia, o    que resurgen, y van a resultar en flechas que se entrecruzan,  apuntando a las miradas, y a los frotamientos de los cuerpos, a súbitos y posesivos enamoramientos, a una tormenta pasional de celos, burlas, escarnio, y creciente violencia.

El temible aparejo que engloba destino, naturaleza, azar, o un Dios oculto, resulta en padecimientos variados del grupo, que harán morder el anzuelo de la  pasión a más de uno de los integrantes de esta ronda, que se va ahondando desde el costumbrismo complaciente de los inicios, salpicado aun con momentos de buen humor, hasta  que irrumpa la caída de las tinieblas, y no solo de las tinieblas.

Los pasos de comedia de los comienzos que “deja colgado” en el suspenso al espectador, contrastan en forma sorprendente, con estremecedores arranques de violencia, que habrán de aparecer después. Los actores varones (Augusto Gordillo, correcto en su juego de Bruno, novio de Alicia y capitalino “suficiente”. que representa el contraste ciudad-campo; Tola, jugado por Luis Pazos, en un personaje bufonesco, muy logrado; Rafael Beltrán es Tincho, también ha tenido su historia con Alicia, es un lugareño que defiende la libertad cerril de su pago, su alienado amor a la naturaleza y a Alicia, aparente diosa absoluta del puñado de hombres sobre los que reina).

Nada en el film es predictible, nada en él es clisé. La tonada uruguaya de cómo hablan los personajes, es muy apreciable y rica, y más allá de algunas suciedades en la articulación, en algún actor, ello  no anula la epifanía sombría y sangrienta con la que el film se cierra de un modo patético y opresor.

 

“En el pozo”. Uruguay 2019. Dir.: Rafael y Bernardo Antonaccio. Con Rafael Beltrán, Paula Silva, Augusto Gordillo, Luis Pazos.