Pluritemática - 27 octubre, 2023
Ningún hombre pide estar bajo presión: Comentarios sobre la película Aftersun[1]
por Gabriela Gadea


De gran tristeza pero también ternura la película logra transmitir en forma especial  que la vida puede ser intolerable aunque existan los hijos y el amor genuino hacia ellos. Como un equilibrista que pelea con la fuerza poderosa del agujero, llamando a la caída inminente,  asistimos al esfuerzo constante  por mantener la alegría, el deseo y la vida, regalos hacia un hijo.

Se trata de unas vacaciones compartidas de un padre y su hija, Calum por cumplir los 31 y Sophie  de 11 años. La película contraría los sentimentalismos y prejuicios habituales de la relación paterno filial. Se expone un lazo íntimo y posible entre padre e hija juntos y solos. Esta intimidad es ante todo los gestos, las palabras hacia el lugar de respeto y reconocimiento del otro. Calum se sostiene en su hija, la quiere y busca darle cosas, estar con ella, jugar. La niña que ya ha crecido se divierte pero percibe algo, lo anima y lo explora. Sin saber sabe y envía preguntas como flechazos directos hacia el sentir de su padre.  ¿Qué también es el de ella?

¿Nunca te sientes cansado, deprimido, cómo si no te funcionaran los huesos, cómo si te hundieras? ¿Qué imaginabas que ibas a ser de grande cuando tenías 11 años?[2]

El despertar sexual de Sophie tiene su que ver, quizás,  anunciando una marca en el tiempo, una separación. Oh la vida, es grande, es más grande que tú, y yo no soy tú… ¿esto fue solo un sueño?[3]. Expresión de  frustración ante el desistir de su padre que confunde su crecimiento con la distancia en sus ojos.

Pero para Calum  el tiempo toca otro dolor,  la falta de amor vivida en su infancia y que su cercano cumpleaños escupe en su cara nuevamente. La falta irrecuperable del Otro, en tanto respuesta desconcertante, incomprensible enloquecedora.  En él no se han forjado defensas fatuas y parece  ya no haber suplencias posibles.

¿Por qué no se puede? Este es nuestro último baile

¿Por qué no podemos darle al amor otra oportunidad?

Rezo para que el mañana me anime más.

Me alejé de todo como un hombre ciego, me senté sobre una valla pero no me funciona.  Y el amor te reta a que te preocupes por la gente que está sobre el filo de la noche ¿Por qué no podemos dar amor?[4]

 

Imágenes solapadas parecen expresar el deseo imperturbable de convivir en el tiempo, estar a un mismo tiempo con el otro. El nacimiento de su hijo  rememora aquel verano, el último sol compartido. Quizás ese punto de unión indescifrable de vida y muerte, que viene con la vida.

Como la niña que filma sus vacaciones la  directora de cine puede hacer de esa-su historia una película.[5] ¿Un desprendimiento? ¿Un misterio de vida? Una película hecha con “el tipo de cercanía y sensibilidad de mi padre”[6]. Lo que se hace  imperioso seguir diciendo de ese lazo con el padre. Vale la pena verla.
Pero hay que agarrarse de una cuerda simbólica para verla. La película es la cuerda simbólica.

 

[1] Charlotte Wells, Reino Unido 2022. Paul Mescal- Frankie Corio

[2] Pasajes del diálogo de los protagonistas en la película.

[3]  Momento de la película donde Sophie canta Losing My Religion, canción de REM. Toda la letra tiene su lazo brutal con la historia contada. En inglés Losing My Religion quiere decir volviéndome loco, desesperando, perdiendo la razón.

[4] Under Pressure, 1981. David Bowie, Queen.

Momento de la película donde al igual que con Losing My Religion, la música y sus letras hacen explotar la significación.

[5] “Lo que descubrí al hacer mi primer cortometraje es que mi cerebro funciona mejor así. Siempre estoy pensando en términos de cámara antes de saber lo que puedo hacer de verdad.” Entrevista a Charlotte Wells en Series y más.

[6] Entrevista en Series y más. https://www.elespanol.com/series/cine/20221216/aftersun-charlotte-wells-nacio-nostalgica-carta-perdon/726427468_0.html

 

 

Suscripción

Suscríbase para recibir las últimas novedades de TEND directamente en su casilla de mail.

» Ir al formulario