Revista#5 - Archivo | 13 noviembre, 2020
Archivo histórico documental de la Asociación Psicoanalítica del Uruguay (AHD/APU)
por Magdalena Filgueira

foto pub

Período abordado en fase inicial 30 años: 1955 a 1985

65 años de vida de APU, dado que fue formalmente inscripta en los registros, un 27 de setiembre de 1955. Diez años pasaron a su vez de esos 65, desde que, a través de la órbita académica, cultural, y propiamente psicoanalítica, nos llegó el interés por conocer e investigar nuestra historia como Asociación Psicoanalítica, solicitando consultar documentos. Interés mostrado que se tornó estímulo e inquietud en algunos de nosotros, sobre el trato, el cuidado o no que le estábamos deparando a nuestros ‘recuerdos’, a los testimonios documentales de la historia de nuestra conformación como agrupamiento.

Inquietud que insistió, perseveró hasta el día de hoy: viernes 11 de setiembre de 2020; en que colocamos la piedra fundacional, y fundamental como gesto invocante, en un suelo sobre cual desplegar el Archivo Histórico Documental de la Asociación Psicoanalítica del Uruguay, que integrará cuando extendamos el período de tiempo que hemos determinado para comenzar, la de  la organización de candidatos de APU: OCAPU, cuya pre-historia fue La Mesa de los candidatos y hoy es el Grupo de Analistas en formación de APU: Grafapu.

Reunidos por plataforma zoom, aunque mantenemos controlada, y derivada -siempre parcialmente, igual que la pulsión- la circulación del virus, y por tanto la pandemia por Covid 19, en Uruguay, pero sigue resultándonos complejo desafiante el encuentro presencia. Destaquemos vívidamente, cuánto y cómo se va haciendo historia al andar, ya que teníamos previsto y organizado este ‘Acto’ fundacional, para el viernes 20 de marzo, fecha en que no fue posible realizarlo por medidas de confinamiento, distanciamiento, al menos físico, de todos modos hoy sí, utilizando estas plataformas virtuales.

Quizá volvamos a sentir, que los fenómenos ‘ópticos’ nos acercan, porque acortan la distancia, a la vez que producen sus propias marcas, permitiendo que historiadores, escritores, editores, investigadores, lingüistas, psicoanalistas y amigos de diversas latitudes, tiendas, y países compartan esta fundación lo que nos enorgullece, y alegra; antes no hubiese sido posible, unos meses atrás no hubiese podido ser concebida esta forma ‘constelar’ de reunirnos a celebrar.

Saludamos y agradecemos a todos, analistas de nuestra Casa, y a todos aquellos del vasto universo afectivo que nos están acompañando, y a quienes nos han enviado entusiastas saludos.

Confluencia de vivencias que no podrán impregnarse en forma directa sobre la piel, y sus sentidos, queríamos que esta celebración se hubiera llevado a cabo en la Casa que albergará el Archivo, también agregamos ahora, asimismo, para poder volver sobre aquellos objetos, algunos de los cuales seguimos usando, desde el primer día, en el mismísimo acto de labrar, estampar la firma el acta fundacional, me refiero a las mesas pero también a los cuadros, caricaturas, ceniceros, floreros, ficheros, sillones, sillas, afiches, libros con apuntes, tachaduras, esquemas, fotografías, filmaciones, para culminar brindando, en la materialidad de la experiencia, de las huellas de palabras voces, ruidos, miradas que asienten y disienten, sabores, manos, abrazos, que la pantalla no puede producir, pero que intentaremos reproducir.

Aquella inquietud que nos produjo el interés de investigar nuestra historia fue derivando en caminos a tomar, porque nos vimos sorprendidos, al constatar que al aceptar solicitudes de consulta, se abría el acceso a las fuentes documentales mismas, o sea a ‘piezas’ originales sueltas de las amarras, fundamentalmente simbólicas, dado el trabajo con la ausencia, que implica la consolidación de un Archivo.

Tomamos el reto entonces que implicó concebirlo. Convenimos con esos grupos y firmamos acuerdos de trabajo, voy a mencionar especialmente el grupo de investigación ‘Formación de la clínica psicoanalítica en el Uruguay’ de la Universidad de la República, coordinado por Guillermo Milán, grupo que ha sido un motor y pilar importante.

Se abrieron puertas, preguntas e interpelaciones: ¿Qué es un archivo? ¿Cómo son los archivos? ¿Por qué fundarlos? ¿Para qué tenerlos? Comenzamos a leer autores divergentes, a conversar con directores, para que nos ayuden a determinar cuál sería su concepción, mientras lenta y cautelosamente comenzamos a bajar, a descender a cierta oscuridad algo brumosa, bajamos al subsuelo de la Casa, y traspasando la gruesa reja que con su mordaz cerradura que parecía intentar ahuyentar a los curiosos, encontramos cajas con carpetas, y objetos variados.

Nos brindó un gran apoyo y asesoramiento el Archivo de la Universidad de la República.

Sentimos la profunda semejanza, entre el inicio de un archivo y de un psicoanálisis, la semblanza entre la inscripción, la escritura, lectura que venimos llamando ‘escriptura’ porque hay captura imaginaria.

Fundar un método para analizar, sabiendo que la verdad habrá que construirla, que no está escrita, ni inscripta como tal, sino que sobre la sorpresa casi del ‘síntoma’ que habla, y significación retroactiva mediante que lo inaugura ¿cómo tratar la memoria, a nuestros recuerdos? ¿Cuidándolos en el olvido? ¿Olvidándolos en la oscuridad húmeda del silencio para así cuidarlos de la luz, que también quema?

Nuevamente se jugó la posición del retorno sobre marcas, huellas, indicios, sobre documentos que literalmente exhumábamos, subiéndolos, a la plena luz del día. Afectados por los estornudos, quizá como intento de quitarse el polvo de la ambivalencia, de lo arcaico, en lo humano, en donde lo más sagrado, lo más querido, se vuelve temido por desconocido, se lo termina tapando, o sea silenciándose, porque pasivamente las letras pierden su colorida impresión, van borroneándose las frases por el óxido que desprende el metal de las grapas sobre la tinta de los textos.

En cada paso que brevemente describiremos fuimos habilitados y sostenidos, de diferente manera, por cada Comisión Directiva y de Publicaciones de APU, en los 5 períodos institucionales, y en la gestación de estos 10 años.

Fuimos incorporando concepciones escalonadas, -con subidas y bajadas, como ya explicamos-, e intentando concatenar de la mejor forma las variopintas posiciones.

Debemos tener bien presente, siguiendo ‘Cruz del Sur’ más que ‘Norte magnético que aquel grupo de once sujetos fundadores, también hicieron gesta de un Modelo de formación de psicoanalistas aceptado y valorado en la Asociación Psicoanalítica Internacional.

Primera gran concepción de Archivo

Un archivo es un conjunto protegido de objetos documentales seleccionados y organizados mediante algún sistema de registro y catálogo, para ser preservados y consultados.

Nos llevó a tomar las siguientes decisiones, acciones:

  1. A) tratar de afectar lo menos posible el orden, la forma en que se encuentran dispuestos cuando accedemos a ellos.
  2. B) buscar el mecanismo pertinente de resguardo, copia, de aquellos que pueden ser replicados.
  3. C) la manipulación menos lesiva, retirando y sustituyendo los agentes naturales ambientales (temperatura, humedad, biológicos: polillas, gusanos y otros) y artificiales, gomas, cintas, metales, que los horadaban.

Dado el volumen, -reducido en cantidad-, de objetos documentales que APU disponía en el comienzo del proceso de fundación, y antes que se reduzca más, por el deterioro mencionado, y/o por pérdida absoluta, -por ejemplo, por ceder en préstamo sin poder asegurar el retorno-, dado que, hasta no poseer un archivo, no hay forma de registrar los movimientos, en este caso de salida, pero por lo mismo. tampoco se ven estimulados las incorporaciones, a través de posibles donaciones que ampliarían su acervo, dado que se registra lo que ingresa.

  1. D) El archivo tendrá un domicilio, una locación que lo albergue brindándole hospitalidad. Sitio, lugar de locación reconocible que abre a la segunda parte fundamental que es la consulta.

Archivo vivo, es un conjunto ordenado de variados objetos documentales, que permite y promueve que sean visitados, revisitados, consultados, quedando sujetos a la interpretación, que pudiese en cada vuelta del circuito de la demanda.

Breve descripción del ACERVO general:

Acervo documental

  • Libros de actas: comisiones directivas, de enseñanza, de publicaciones.
  • Actas de variados grupos de trabajo, destacamos el intercambio con la Universidad de la República.
  • Carpetas de miembros.
  • Comisión de enseñanza: seminarios dictados, encuadre de trabajo, programas, bibliografía, ponderaciones, etc.
  • Memorias anuales por áreas: administrativas, balances anuales
  • Noticieros de APU
  • Fotografías. Se escanearon unas 500

Pendiente de ser respaldadas: grabaciones y filmaciones de jornadas, encuentros, actividades científicas que hay que convertir a otro formato de audio como respaldo.

Organizar un buen catálogo e inventario que incluya toda la variedad de objetos que se incorporarán al AHD.

Segunda concepción de Archivo

Archivo como Dispositivo de fuentes documentales que permitan consultas e investigaciones que habiliten interpretaciones, con fundamento ético.

Considerando la consulta elaboramos tres tipos de formularios: para toda consulta deberá elevarse un formulario de solicitud de consulta, señalando los documentos u objetos, y la motivación del solicitante.

Clasificamos las fuentes documentales en tres categorías: las de libre consulta, de consulta semi-restringida, y restringida. Fundamentalmente, esto obedece a proteger ciertos aspectos de psicoanalistas.

La Comisión de Publicaciones integrada por Claudio Danza, Mariana Mantiñán, Corina Nin, Gabriela Porras, Beatriz Silva y Soledad Sosa. Durante todo el año pasado emprendimos el tramo final de consolidación del AHD, contactamos y entrevistamos a familiares, sobrinos, hijos y nietos, de analistas fundadores: Mercedes y Héctor Garbarino; Juan Carlos Rey, Rodolfo Agorio, Valentín Pérez Pastorini, Juan Pereira Anavitarte, Gilberto Koolhaas, Laura Achard.

Les agradecemos a todos ellos, y a quienes donaron documentos para el Archivo, especialmente a los Miembros de honor Marcelo y Maren Viñar, Myrta Casas, Ricardo Bernardi, Fanny Schkolnik y Daniel Gil.

Un merecido reconocimiento a Patricia Francia por su dedicación durante todos estos años al este proyecto.

A Cecilia Ortega, Alejandro Moreira, Sebastián Castañeda, Laura Michelis, les agradecemos el sostenido apoyo.

A los integrantes de la Comisión Directiva actual de APU que se comprometieron especialmente en un año tan complejo con la fundación del Archivo, apoyando de diferentes formas la consolidación. Gladys Franco, Ana Irigoyen, Álvaro Zas, Susana Silva, Susana Balparda y Hebert Tenembaun. A Cecilia Romero.

 

 

Suscripción

Suscríbase para recibir las últimas novedades de TEND directamente en su casilla de mail.

» Ir al formulario